miércoles, 13 de marzo de 2013

La competición en los menores. Parte I: La Iniciación

Este es un tema muy debatido y con el que podríamos estar escribiendo sin parar hasta un número ilimitado de entregas. Por eso esta será la primera de todas.

Creo que hay que tener en cuenta que la competición no es sólo para aquellos chicos y chicas que más destaquen, sino que es un elemento de aprendizaje y como tal puede ser utilizado por quienes quieran.

La competición afecta a los chicos de una manera muy particular a la hora de practicar su deporte. Se ponen nerviosos, sufren ansiedad antes y durante la práctica, tienen miedo a la derrota, miedo a hacerlo mal…

Para minimizar esta sintomatología es bueno ir incorporando poco a poco en los menores la competición (no hay que entender la competición como torneos federados. Unos simples puntos en la clase, con amigos, con la familia es una buena forma de empezar a competir).

Las personas que forman parte del círculo más cercano del menor son los primeros que tiene que saber lo que la competición va a suponer en el comportamiento emocional de sus chicos para que de esta forma sean una parte fundamental de apoyo y no todo lo contrario.

Quizá este artículo tendría más lógica que fuera escrito por un psicólogo o un psicólogo deportivo, pero como sólo pretendo dar una opinión de lo que yo entiendo por una iniciación a la competición basada en mi experiencia en el tenis y el pádel, creo que me disculparéis si utilizo expresiones o vocabulario no muy correctos.

Cuando queremos que nuestros chicos den sus primeros pasos en la competición, lo que tenemos que tener claro es que nosotros somos una parte importantísima de su respuesta ante la derrota y por tanto somos nosotros quienes no tenemos que darle importancia al resultado de sus partidos. La experiencia que toma de cada momento de competición es el objetivo prioritario.

En este mismo momento seguro que estáis asintiendo y dándome la razón, pero pensad si lo estáis llevando a la práctica.

En el mundo del pádel nos encontramos de todo, pero en general los problemas nos los encontramos cuando nuestros chicos destacan lo suficiente como para poder ganar partidos.

En los orígenes de este primer contacto con la competición, cuando tenemos en nuestras manos un jugador de nivel “flojete”, asimilamos mejor su derrota que cuando tiene opciones de ganar. Esta es la solución del enigma. Nosotros somos los primeros que tenemos que asumir que pueden perder. Nos hace personas más comprensivas, más cercanas a los chicos, nos convierte en un refugio emocional de nuestros chavales.

Somos el APOYO fundamental que deberíamos ser durante toda la vida deportiva y extradeportiva de nuestros hijos /alumnos / amigos…

3 comentarios:

  1. Muchos padres, equivocadamente, creemos que lo principal para avanzar en la competición, es tener una buena empuñadura, después trabajar dura la defensa, y finalmente que nuestros chicos, tengan una bolea ganadora y una bandeja definitiva. Grave error.
    Si finalmente un buen jugador, destaca de otro buen jugador por la mentalidad, por que no trabajar con los chicos, dándoles apoyo, confianza y seguridad, como cuestión previa. Lo demás, vendrá rodado. Hugo, desde mi experiencia estas en lo cierto.

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    1. Muchas gracias por participar en el blog...

      Esperemos que poco a poco consigamos cambiar las cosas en los menores.

      Un saludo

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  2. Fe de erratas; volea......los teclados son así.

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