Como ya comenté en algún foro
no pretendo analizar las diferentes federaciones, asociaciones o cursos que
imparten y otorgan estos títulos. Creo que hay dos aspectos de los que merece
más la pena hablar: las personas que se apuntan a esos cursos para poder
impartir clases y la responsabilidad que tienen estas “entidades” que dan las
titulaciones con respecto a la formación de estos futuros compañeros de profesión.
Empezaré por vosotros, los
monitores, compañeros de trabajo que al igual que yo os sacasteis el título
para poder dar clase en un club y poder ganar dinero enseñando.
Sacarse el título no es sólo
pagar el curso, aprobarlo y “venderse” por los clubes y urbanizaciones.
Conlleva muchas más cosas que me gustaría que entendierais. El título es lo que
en un club, polideportivo o escuela se te va a pedir para poder trabajar, pero
ante todo vas a enseñar, vas a hacer que los futuros alumnos que vas a tener en
la clase puedan aprender, mejorar y evolucionar de la mejor manera posible.
Esto supone que tu práctica y tus conocimientos tienen que estar a la altura de
lo que se necesita para la docencia.
Está claro, y no me olvido,
que para poder ir adquiriendo experiencia hay que empezar algún día a dar
clases y que con el tiempo ganarás en recursos, trucos y habilidades para poder
hacer que los alumnos aprendan y mejoren lo antes posible. Por ello tu
formación como practicante tiene que ser lo primero que has de tener en cuenta.
No creo que hagas ningún bien enseñar si como jugador de pádel aún estás un
poco verde sobre todo técnicamente.
No quiero decir que tengas que
jugar como los profesionales para enseñar, pero ante un alumno eres un ejemplo
a copiar y si técnicamente estás a medias, no enseñarás correctamente. A los
alumnos les vas a transmitir siempre lo que tú sabes hacer y si hay elementos
de los golpes que no haces ni tú mismo, menos lo vas a corregir en el alumno.
Os pongo un ejemplo. Yo he
visto a profesores que no utilizan la mano izquierda en los golpes de revés o
que ni si quiera la ponen bien en la pala. Después de estar viéndoles un rato dar
clase y observando a sus alumnos con el mismo problema, en ninguna ocasión de
todo el tiempo que he estado mirando se le ha ocurrido decirle nada de esa
mano. Si este detalle lo extrapolas a todo lo que tú como su profesor no haces,
más lo que por tu poca experiencia no detectas, tienes a un alumno que
progresará muy poco. Y digo muy poco porque un alumno, aún no haciéndole
ninguna corrección, progresa tan sólo con hacer cientos de repeticiones.
Siempre mejorará con respecto al primer día. El problema te vendrá cuando lleve
seis meses en la escuela y ya no dé más de sí.
El resumen de lo que has leído
es que antes de enseñar y sacarte el título quizá debas seguir siendo por un
tiempo alumno.
Por otro lado tenemos a las “entidades”
que dan esos títulos. Espero que de todo lo que pueda escribir nadie se sienta
atacado, aunque no es sólo una cosa mía la opinión que os voy a dar, sino que
muchísimos profesionales con un buen bagaje padelero y docente opinamos sobre
el exceso de titulados y su formación.
Creo que no se hace ningún favor permitiendo que personas que quieren el título lo obtengan sin estar preparados. Creo que ni si quiera deberían poder apuntarse tan pronto. Tendrían que volver cuándo estén técnicamente mucho mejor preparados.
Creo que hay que enseñar lo que es la realidad de las clases. Lo que van a encontrarse según los niveles que hay. Qué pueden enseñar y qué no según el tipo de alumno que tengan delante. En qué fijarse para corregir esto o lo otro, qué hacer para que el alumno lo mejore cuanto antes. Trucos para poder tirar la bola de una manera u otra dependiendo del nivel del alumno… en fin, aquellas personas que están bajo vuestra responsabilidad no pueden obtener ningún título sólo porque pagan. Para los clubes que luego andamos buscando monitores para nuestras escuelas no nos hace ningún bien esto y mucho menos que estos profesores poco formados vayan a las urbanizaciones a dar clase a 15€ la hora.
La formación del docente tiene que ser algo positivo para el mundo de la enseñanza y no un aspecto desagradable de la misma.
El docente que salga con el
título debajo del brazo tiene que contar con unos mínimos de conocimientos
sobre lo que va a enseñar, pero sobre todo tiene que tener unos mínimos
requisitos técnicos fundamentales que mientras no los tenga, debería seguir
siendo alumno antes que profesor.