lunes, 7 de abril de 2014

Reflexiones padeleras

Hay algo que no estamos haciendo bien… Es cierto que cada vez hay más aficionados al pádel. Más niños que empiezan jugando a nuestro deporte antes que al tenis. Las instalaciones brotan de la tierra como si sólo con echar unos billetes a la tierra brotaran las pistas por sí solas y con un abono especial a base de vigas y ladrillos consiguiéramos clubes indoor. Es acertado pensar que el pádel, como segundo deporte más practicado en España, no parece estar en recesión. Desde hace algunos años son más las personas que quieren ganarse la vida enseñando y para ello se sacan las titulaciones oportunas (o no) para poder ejercer…

… Entonces por qué se sigue viendo un nivel ilimitado de jugadores de todas las edades con una empuñadura terrible, una técnica muy deficiente y ningún comportamiento en la pista que denote un conocimiento mínimo de la manera en la que se tiene que jugar…

Reconozco que siempre estoy con los mismos temas, pero es que cuanto más tiempo pasa, más clubes conozco, más instalaciones veo, más monitores-profesores me encuentro dando clases, más tengo claro que es de lo más normal que la gente juegue como juega. Es espectacular el nivel tan pobre que hay de profesores. Pensaba que a medida que pasara el tiempo todos aquellos que se sacaron las titulaciones hace tiempo habrían madurado su enseñanza y mejorado en algo tan esencial como enseñar bien técnicamente a sus alumnos… Ya veo que es inviable.

El futuro laboral está asegurado en nuestro segmento y es por eso por lo que cualquier persona que haya jugado un poco al pádel quiera sacarse el título para enseñar. La pena es que sigue habiendo monitores de reciente titulación que no deberían ser docentes tan pronto.

Sé que soy repetitivo con este tema de los monitores, pero es que cada vez que veo a un jugador, practicante, aficionado jugar no puedo evitar hacerle un pequeño análisis de si coge bien la pala, si coloca bien la mano izquierda en el corazón de la pala, si se ayuda de esta mano en los reveses, si sube del todo a la red, si golpea el revés a dos manos porque con la empuñadura de derecha que lleva es imposible darla a una sola a no ser que quiera en su futuro una maravillosa tendinitis en la muñeca, codo u hombro. Es entonces cuando pienso en si estará recibiendo clases y qué será lo que su profesor le estará enseñando. Aquí podemos tener el eterno debate de si el alumno no aprende porque se niega a introducir estos cambios o porque el profesor no se lo corrige… Para mí viendo en general los monitores que me encuentro suele ser porque el monitor en cuestión ni si quiera contempla el agarre de la pala como una de las cosas que tenga que enseñar. Cómo va a enseña algo que ni si quiera él hace bien… La famosa frase de “yo no lo hago, pero sí que se lo enseño a los alumnos…”. Qué bonita que queda en una entrevista de trabajo, pero que triste que te lo digan creyéndose que eso es verdad.

Por cambiar de tema, también tenemos la cantidad de instalaciones que se están haciendo. ¿Qué opináis? ¿Beneficia al usuario o perjudica al que quiere tener su club? ¿Estamos llegando a un punto en el que parece que con hacer unas pistas se llenan solas o que son los indoor los únicos que cubren sus números? ¿Estáis notando mucho que al haber más competencia los precios en los alquileres son más bajos o siguen siendo algo caros para los tiempos que corren? ¿Quieren los dueños de los clubes recuperar la inversión demasiado rápida o creéis que lo tienen estudiado para que la recuperen a medio-largo plazo?... Son preguntas que nos hacemos nosotros mismos cuando vemos la cantidad de pistas que se están haciendo. Pero no ya sólo con capital privado, sino las que también se hacen con el dinero público (ya sea para gestión privada o municipal). Son muchas las poblaciones, sobre todo en Madrid que es lo que más conozco, las que comparten un número elevado de pistas. Entre municipales y privadas puede haber hasta 150 ó 200 pistas en 10 km cuadrados. Es una locura!!!

Otro tema que también está por todas partes es la cantidad de marcas nuevas que se están dando a conocer. Todo relacionado con el número tan alto de practicantes. La gente hace un esfuerzo para ganarse la vida y una marca, si dispones de todo lo que hace falta, es una idea tan buena o mejor si me apuras, que ponerte a enseñar sin tener ni idea.

La verdad es que desconozco la inversión que se necesita, pero seguro que dependiendo del impacto que quieras tener, te costará más o menos. No sólo por el número de palas que quieras vender, si no por su promoción, calidad de las palas, fichajes, “maletering” que siempre es negativo (ya lo fomente la propia marca o el monitor)… Les deseo suerte a todas ellas.

Para acabar con algo positivo, que no todo va a ser negativo con temas relacionados con la enseñanza, la construcción sin control de instalaciones o empuñaduras, es que cada vez hay más menores jugando al pádel. Ya sean competiciones federadas o en las escuelas de los clubes o en otro tipo de competiciones no federadas. Eso es que a pesar de que no se sepa enseñar a coger la pala, el meter el gusanillo de la competición a los chicos sí que está funcionando. Esto sí que hay que seguir promocionándolo que es el futuro de todos nosotros.


Un saludo y espero como siempre que participéis del artículo.