Hay algo que no estamos
haciendo bien… Es cierto que cada vez hay más aficionados al pádel. Más niños
que empiezan jugando a nuestro deporte antes que al tenis. Las instalaciones
brotan de la tierra como si sólo con echar unos billetes a la tierra brotaran las
pistas por sí solas y con un abono especial a base de vigas y ladrillos
consiguiéramos clubes indoor. Es acertado pensar que el pádel, como segundo
deporte más practicado en España, no parece estar en recesión. Desde hace
algunos años son más las personas que quieren ganarse la vida enseñando y para
ello se sacan las titulaciones oportunas (o no) para poder ejercer…
… Entonces por qué se sigue
viendo un nivel ilimitado de jugadores de todas las edades con una empuñadura
terrible, una técnica muy deficiente y ningún comportamiento en la pista que
denote un conocimiento mínimo de la manera en la que se tiene que jugar…
Reconozco que siempre estoy
con los mismos temas, pero es que cuanto más tiempo pasa, más clubes conozco,
más instalaciones veo, más monitores-profesores me encuentro dando clases, más
tengo claro que es de lo más normal que la gente juegue como juega. Es
espectacular el nivel tan pobre que hay de profesores. Pensaba que a medida que
pasara el tiempo todos aquellos que se sacaron las titulaciones hace tiempo
habrían madurado su enseñanza y mejorado en algo tan esencial como
enseñar bien técnicamente a sus alumnos… Ya veo que es inviable.
El futuro laboral está
asegurado en nuestro segmento y es por eso por lo que cualquier persona que
haya jugado un poco al pádel quiera sacarse el título para enseñar. La pena es
que sigue habiendo monitores de reciente titulación que no deberían ser
docentes tan pronto.
Sé que soy repetitivo con este
tema de los monitores, pero es que cada vez que veo a un jugador, practicante,
aficionado jugar no puedo evitar hacerle un pequeño análisis de si coge bien la
pala, si coloca bien la mano izquierda en el corazón de la pala, si se ayuda de
esta mano en los reveses, si sube del todo a la red, si golpea el revés a dos
manos porque con la empuñadura de derecha que lleva es imposible darla a una
sola a no ser que quiera en su futuro una maravillosa tendinitis en la muñeca,
codo u hombro. Es entonces cuando pienso en si estará recibiendo clases y qué
será lo que su profesor le estará enseñando. Aquí podemos tener el eterno
debate de si el alumno no aprende porque se niega a introducir estos cambios o
porque el profesor no se lo corrige… Para mí viendo en general los monitores
que me encuentro suele ser porque el monitor en cuestión ni si quiera contempla
el agarre de la pala como una de las cosas que tenga que enseñar. Cómo va a
enseña algo que ni si quiera él hace bien… La famosa frase de “yo no lo hago,
pero sí que se lo enseño a los alumnos…”. Qué bonita que queda en una
entrevista de trabajo, pero que triste que te lo digan creyéndose que eso es
verdad.
Por cambiar de tema, también
tenemos la cantidad de instalaciones que se están haciendo. ¿Qué opináis? ¿Beneficia
al usuario o perjudica al que quiere tener su club? ¿Estamos llegando a un
punto en el que parece que con hacer unas pistas se llenan solas o que son los
indoor los únicos que cubren sus números? ¿Estáis notando mucho que al haber más competencia los
precios en los alquileres son más bajos o siguen siendo algo caros para los
tiempos que corren? ¿Quieren los dueños de los clubes recuperar la inversión
demasiado rápida o creéis que lo tienen estudiado para que la recuperen a
medio-largo plazo?... Son preguntas que nos hacemos nosotros mismos cuando
vemos la cantidad de pistas que se están haciendo. Pero no ya sólo con capital
privado, sino las que también se hacen con el dinero público (ya sea para
gestión privada o municipal). Son muchas las poblaciones, sobre todo en Madrid
que es lo que más conozco, las que comparten un número elevado de pistas. Entre
municipales y privadas puede haber hasta 150 ó 200 pistas en 10 km cuadrados. Es
una locura!!!
Otro tema que también está por
todas partes es la cantidad de marcas nuevas que se están dando a conocer. Todo
relacionado con el número tan alto de practicantes. La gente hace un esfuerzo
para ganarse la vida y una marca, si dispones de todo lo que hace falta, es una
idea tan buena o mejor si me apuras, que ponerte a enseñar sin tener ni idea.
La verdad es que desconozco la
inversión que se necesita, pero seguro que dependiendo del impacto que quieras
tener, te costará más o menos. No sólo por el número de palas que quieras
vender, si no por su promoción, calidad de las palas, fichajes, “maletering”
que siempre es negativo (ya lo fomente la propia marca o el monitor)… Les deseo suerte a todas ellas.
Para acabar con algo positivo,
que no todo va a ser negativo con temas relacionados con la enseñanza, la construcción sin
control de instalaciones o empuñaduras, es que cada vez hay más menores
jugando al pádel. Ya sean competiciones federadas o en las escuelas de los
clubes o en otro tipo de competiciones no federadas. Eso es que a pesar de que
no se sepa enseñar a coger la pala, el meter el gusanillo de la competición a
los chicos sí que está funcionando. Esto sí que hay que seguir promocionándolo
que es el futuro de todos nosotros.
Un saludo y espero como
siempre que participéis del artículo.