miércoles, 19 de marzo de 2014

Vídeo pared de fondo de revés

Ejecución de pared de fondo de revés

Hola a todos,

En este primer vídeo que pongo en el blog, os quiero enseñar varios de los aspectos que siempre insisto en todos los artículos que habéis podido leer sobre la empuñadura, la mano izquierda (su colocación y su uso en el golpe de revés) y sobre todo el punto de impacto teniendo en cuenta que la pelota la dirijo en diagonal.

Lo primero que quiero que observéis es la empuñadura. Es continental o lo más cercana a la continental. La mano izquierda está colocada en el corazón de la pala y cuando voy a golpear la pelota es en este mismo instante cuando suelto la pala. En este preciso momento hay una tensión entre las dos manos, como si quisieran llevarse las dos la pala. De esta tensión se obtiene la fuerza del golpe de revés y por eso cada brazo termina saliendo en la dirección de dicha fuerza.

Una vez que me tiran la pelota, lo primero que hago es dar un paso hacia atrás con el pie izquierdo. Por qué? Porque al leer la pelota me doy cuenta que no va a rebotar mucho y ese primer paso hace que pueda dar más pasitos hacia la pared. Si el paso lo das hacia delante luego es más complicado que te pegues a la pared. La idea es ir hacia atrás para luego buscar la pelota con más pasos hasta coger la distancia de golpeo (sólo saldremos directamente hacia delante si la pelota que nos han tirado va rápida)

Hay unas palabras que digo siempre cuando quiero que mis alumnos hagan el mismo golpe que estáis viendo y es "pega cerca y delante del cuerpo". De esta forma es más fácil jugar cruzado.

Más cosas que podemos seguir viendo... el brazo derecho termina prácticamente estirado por completo. Es muy importante que esto se produzca ya que parte de la fuerza que le damos a la bola está en este movimiento. También nos ayuda a hacer un gesto más lineal y con ello tirar la bola cerca de la red (que es uno de los objetivos de la defensa... que la pelota no suba mucho para que la volea no nos maneje y poder prepararme la siguiente devolución para jugar más ofensivo o poder jugarles un globo y quitarles la red).

Cómo podemos conseguir que el brazo derecho se estire como el mío... pon toda tu atención en llevar el brazo izquierdo hacia atrás. Ayuda mucho a que el derecho vaya hacia delante y en línea (en línea quiero decir en la misma dirección de la pelota y no por encima de la cabeza o hacia la espalda).

Si os fijáis bien los brazos se mueven como si fueran un péndulo. La pala desde el armado hasta su terminación va un poco de atrás y arriba hacia abajo y hacia delante. Lo de "hacia delante" es literal... el movimiento tiene que ser hacia delante para que nos ayude, como decía antes, a que la bola no coja mucha altura y nos salga bajita y firme. Es como un "swing" de golf, pero hacia delante, hacia donde tiras la pelota. Para ello hay que buscar un impacto a la altura de la rodilla, como primer paso. Es donde mejor os va a salir. Luego lo podéis ir subiendo hasta la cadera o incluso un poco más para hacer un golpe plano pero con una entrada de la pala desde arriba (en vez de cortar, le das plano,. Esto sólo cuando tienes ya cierta destreza).

Por último fijaros en la flexión de mi rodilla derecha y en mi apoyo al golpear. La rodilla en la dirección en la que voy a buscar a la pelota, así me permite flexionarla más cómodamente y hace que pueda impactar de una manera más fácil a la bola. Hay veces que esta pierna se cruza en exceso y provoca que la rodilla sufra mucho (se pone la punta del pie derecho mirando a la pared lateral).

Al golpear la bola estoy totalmente quieto, sólo después de pegar dejo que el cuerpo siga su propia inercia para que caiga sobre la pierna izquierda y me quede preparado de nuevo por si me vuelven a tirar la bola.

Espero que os hayan gustado el vídeo y las explicaciones y que si tenéis alguna duda me las hagáis saber para ayudaros en lo que pueda.

Un saludo

martes, 4 de marzo de 2014

Enseñas... entonces hazlo!!

Como continuación a los dos artículos anteriores sobre monitores que habéis podido leer en este blog, sigo en la misma idea de que hay muchas cosas que se pueden hacer con respecto a la docencia. Seguimos estando rodeados de mucho monitor titulado y de otros que no lo están, tratando de ganarse la vida a costa de enseñar cualquier cosa. La verdad es que no me gusta ser muy crítico con quien quiere ganarse un dinero enseñando, pero sí que lo hago con aquellos que no tienen conocimientos suficientes para transmitirlos, se piensan que con jugar cuatro días a la semana y pasar la bola al otro lado de la red, ya están preparados para dar clases… Esto sí que no puede ser!!

Enseñar no es pasar la bola más o menos de cualquier forma al otro lado de la pista. Enseñar supone hacer que tus alumnos aprendan todo lo que tienen que aprender según su nivel, en el menor tiempo que se pueda dependiendo de la facilidad de cada uno y de una manera correcta. Qué quiero decir con “de una manera correcta”. Aquí es donde podemos tener conflicto. No creo que haya una única forma de enseñar, creo que eso todos lo tenemos claro, pero lo que sí que hay son una serie de aspectos básicos que sí que tienen que ser los mismos.

Me explico… hay que centrarse en que el alumno tenga una base técnica “perfecta”. No hay que exigirse menos. Luego puede tardar más o menos en aprenderlo y le saldrá más o menos en la línea de lo que buscabas. Pero ese tiene que ser tu nivel de exigencia, no sólo con el alumno, sino contigo mismo.

En mi caso, por ejemplo, siempre me pido fijarme en estos tres pilares que tanto me habréis oído decir o haberlo escrito numerosas veces… empuñadura continental o lo más parecida posible, la mano no dominante (izquierda para diestros y derecha para zurdos) colocada en el corazón de la pala como si fuera una percha y golpes lineales donde la mano izquierda/derecha participa en la ejecución del revés reteniendo la pala (siendo ésta una de sus funciones más importantes).

El cómo debes enseñarlo, la progresión didáctica para que el alumno pueda aprenderlo cuanto antes, los ejemplos que utilices para que sienta lo que está haciendo y cómo tiene que hacerlo… todo esto es lo que depende ya de cada profesor. Aquí sí que se puede hacer valer el dicho de “cada maestrillo tiene su librillo”. El problema viene cuando este “librillo” no sirve para nada. Cuando es el propio profesor el que tiene que pasar más horas como alumno. Ahí es donde tenemos un gran problema!!

Por otro lado me gustaría diferenciar entre el profesor que no tiene maldad y se piensa que puede dar bien las clases, que se ofrece para dar clase a niveles de iniciación o a niños (pensando que son las más fáciles) y trata de esforzarse planificándose las clases e involucrándose en el aprendizaje de sus alumnos… y el profesor que sabiendo que no tiene mucha idea se “vende” como un gran profesional que a la hora de la verdad ni enseña ni ná. Sólo se limita a tirar bolas, a hacer mucho ejercicio dinámico en pista y sus alumnos sólo progresan por el tiempo que llevan dando clases no por las dotes docentes de su “profe”.

No voy a entrar en los distintos tipos de profesores que hay, lo dejo para otro artículo más adelante.

El principal problema que se puede tener hoy en día es que cualquiera se cree que puede enseñar… en esto estamos todos de acuerdo. Qué soluciones se pueden dar… La primera de todas es que el futuro docente sea consciente de que aún está verde para enseñar (que es una tarea algo complicada) y la segunda es que una vez conseguida la tan deseada titulación, sea capaz de preocuparse en seguir formándose como docente, tratando de enseñar cada vez mejor. ¿Cómo se da uno cuenta de esto? Pues viendo con cada palabra que le dice a su alumno si éste logra hacerlo, en cuánto tiempo logra hacerlo y si mantiene en el tiempo lo que ha aprendido. Creo que es lo que a mí me ha pasado en todos estos años. A base de ir probando diferentes ejemplos como metáforas, símiles o demostraciones, he conseguido ir creciendo como docente.


Está claro que uno no tiene la verdad absoluta en su metodología, pero el progreso del alumno es quien marca el conocimiento que tienes. Si no progresan, eres “regulero”. Esto por mucho que lo queramos maquillar es un hecho. Para ser bueno tus alumnos tiene que mejorar, sobre todo técnicamente. Si no es así, como se suele decir, “háztelo mirar”.