viernes, 26 de abril de 2013

Por una enseñanza sencilla

Siempre que hagamos una explicación tenemos que hacerla de la manera más fácil que podamos, que a quien vaya dirigida le quede bastante claro desde la primera vez que la oye, aunque luego tengamos que repetírsela muchas más veces, pero el concepto que lo tenga claro.

Esto podría extrapolarse a cualquier ámbito. Nos encontramos a comentaristas deportivos que no tienen en cuenta que lo que nos dicen, al fin y al cabo, es para que los que estamos al otro lado sepamos más de lo que estamos viendo, que somos muchos los que deseamos encontrarnos con opiniones que no sea sólo decirnos lo que nosotros también estamos viendo…

Tenemos otros casos como los de los políticos, que entre que hablan mucho para no decir nada y que utilizan un vocabulario que sólo se entienden entre ellos, estamos apañados…

Pues en la docencia del pádel nos encontramos lo mismo. Desde profesores que no dicen más que las tres mismas cosas todo el rato (prepara atrás, flexiona, golpea delante y termina en el hombro) hasta los que casi no te dicen nada excepto bromas, chistes y películas varias. También tenemos a los que son tan técnicos que se pierden hasta ellos en la explicación (prepara la bandeja en un ángulo de no sé cuántos grados, gira los hombros perpendiculares al suelo, flexiona la cadera para que con la pierna adelantada y flexionada hagan no sé qué cosa…) En fin, que no hay nada como explicar las cosas tal y como te gustaría que te lo explicaran a ti.

Yo lo que suelo hacer cuando tengo a alguien en clase es ver desde lo más genérico de sus golpes hasta las cosas más concretas (de esta forma voy desmenuzando el golpe en todas las partes posibles y así ver en qué se puede mejorar).

Una vez que has analizado al alumno es hora de darle objetivos que pueda alcanzar, ej. Para la derecha de fondo “pega el codo al cuerpo”, “el codo nunca se extiende por completo desde el armado hasta su terminación”, “trata de sentirte cerca de la bola cuando la pegues”, “intenta no moverte al golpear”, “la fuerza del golpe empieza desde los pies, así que cuanto mejor estés apoyado más garantías de hacer el golpe bien tendrás”, “no le pegues fuerte, cuando estamos cambiando alguna cosa del golpe siempre hay que hacerlo suave y controlado para darnos cuenta de lo que estamos haciendo”… y así con todos los aspectos que queramos trabajar de cualquier golpe.

Sé siempre muy didáctico, es decir, que lo que le digas tiene que tener un vocabulario tan sencillo que con oírte la primera vez le quede muy claro.

Anímale aunque la bola se le vaya fuera. Ya sabes que tirar la bola a la red, a la pared o a la alambrada no quiere decir que el golpe no esté bien. El golpe entendido como movimiento. puede que lo que esté mal sea la distancia y ahí es donde tendremos que ver porqué. Quizá porque ha llevado la pala tan atrás en la preparación que le ha pegado tarde a la bola o tan corta que provoca cerrar muy rápido el golpe y la tira a la red o le ha entrado por debajo de la bola y la ha tirado a la pared…pero con todo esto, quizá el movimiento no ha estado tan mal, o le ha pegado a la bola a la distancia buena o ha terminado muy bien el golpe aunque le haya pegado tarde… Siempre hay algo positivo que se le puede sacar a una ejecución (a veces no hay por donde cogerlo, pero eso no lo debe oír el alumno, no se le puede decir lo “mal” que lo ha hecho. Nunca lo hace mal, sino como puede o sabe o le sale…).

El alumno tiene que irse con la sensación de que está mejorando, que los golpes que sabe que no tiene muy allá poco a poco van cogiendo forma. Si el alumno no ve que progresa es un alumno insatisfecho y será culpa tuya. Todo el mundo puede mejorar en la primera clase, dependerá de ti hacerlo posible. No puedes tener un alumno que lleva mucho tiempo contigo y que no haya mejorado casi nada y hablo de mejorías técnicas, no de que pase la bola más veces por encima de la red.

El alumno tiene que mejorar en sus golpes, es lo primero que tiene que hacer, de ahí mejorará en todo lo demás, pero no podemos tener un alumno que no avanza técnicamente porque a la larga, o no tan a la larga, se quedará estancado.

domingo, 21 de abril de 2013

El Mundo en una lupa

¿Qué nos viene a la cabeza cuando pensamos en pádel? Dependerá claro está de quién sea el que lo reflexione…

No es lo mismo lo que un jugador amateur pueda pensar, que un jugador profesional, que un docente, que una persona que quiera ser docente, que un dueño de un club, que un ciudadano cualquiera al que no le guste el pádel, que una persona en una ciudad a la que el pádel acaba de llegar, que un patrocinador, que un posible patrocinador, que un alumno de escuela o uno de competición, un chaval de 14 años, un chavalín de 8, una mujer de treinta y tantos… en fin, que cada cabeza tiene su propia perspectiva de lo que el pádel representa en su vida, en su día a día…

El pádel engloba ahora mismo tantas cosas que sólo de pensarlo te vuelves loco.

Ahora están de moda los indoor (pistas de pádel en una nave), los torneos de fin de semana (algunos con dinero para los campeones y subcampeones, otros con material deportivo, con regalos de inscripción, sin regalo de inscripción, con bebida, sin bebida, con jamoncito, con barbacoa, con unas sillas y mesas que acompañen el evento…), las ligas de veteranos y veteranas, de menores, entrenamientos en grupos de competición, de escuela, clases en las urbanizaciones, colegios que tienen instalaciones en su patio, polideportivos con hasta 8 alumnos por pista, foros que cuentan todo lo que uno pueda imaginar (con información contrastada, sin ella… lo importante es opinar, que para eso sirve un foro, para expresarse libremente), el World Padel Tour (WPT) que ha nacido hace unas semanas como el nuevo circuito profesional de pádel…

A veces tengo tanta información en la cabeza cuyo núcleo temático es este deporte, que cuando me siento a escribíroslo me doy cuenta que me falta rapidez en los dedos para pulsar las teclas del ordenador y se me chocan las palabras unas con otras como cuando tienes que frenar de repente en un atasco y ves como te vas a empotrar con el de delante.

Las redes sociales son una de las herramientas que más rápidamente están propagando este virus llamado pádel. Pones un tweet y casi de inmediato lo están recibiendo en cualquier parte del mundo. Creas una página padelera en facebook y se empieza a llenar de amigos cuyo único nexo de unión, a veces, es tan sólo una pala. Haces tu propia web personal y empiezas a recibir un montón de visitas de gente que quiere saber más de ti, de tu vida, de lo que tienes que ofrecerles…

En mi vida, en la de la gente que comparte mis 24 horas, todo o casi todo es pádel… es el Mundo en una lupa.

miércoles, 3 de abril de 2013

La competición en menores. Parte II. Los padres

Un tema interesante el de los padres con los menores…

Hay mucho que debatir, que comentar, que criticar, que mejorar, que entender, que aplicar, que cambiar, que prohibir, que sancionar, que denunciar…

El problema, en general, que podemos encontrarnos es el intrusismo que vosotros, los padres, tenéis en la vida de vuestros hijos. Todos reconocéis que no os importa que ganen, que queréis que se lo pasen bien, que conozcan más chicos de su edad, que compitan para que vayan madurando… FALSO.

Muy pocos padres de los que conozco, voy conociendo y conoceré tienen este pensamiento tan “ideal”.

En el tiempo que llevo viendo a los menores, no he visto ningún cambio significativo de los padres en este aspecto. Todos pensáis que vuestros hijos son los mejores, que tenéis Juan Martínes y Belasteguines viviendo con vosotros. Asumís la derrota como si fuera vuestra, afrontáis sus partidos como si fuerais a jugarlos vosotros… Lo chavales demandan y necesitan mayor independencia de vosotros. Dejad que poco a poco dejen de miraros desde la pista cada vez que hacen un punto, dejad de decirles un comentario cada vez que se termina un punto, dejad de hacer “caras” cada vez que pierdan un punto, dejadles de dar “la charla” cada vez que terminan su partido y se suben al coche… Dadles espacio, apoyo y comprensión, pero no con la boca pequeña, sino con lo que ello supone.

El mundo de los menores es bastante complejo, el papel de los padres y el de los entrenadores tendría que estar más definido y la realidad muestra que los padres son más entrenadores que los propios entrenadores.

Tenéis que entender que no hacéis ningún bien siendo tan posesivos con el tiempo de vuestros hijos y con su crecimiento como jugador y persona. Entre todos tenemos que fomentar el mejor desarrollo para vuestros hijos y no convertiros en sus entrenadores, sus agentes para buscarles patrocinadores, sus chóferes, sus críticos, sus estadistas… Sois antes que nada sus padres y aunque sé que es complicado separar esa faceta de todas las demás, intentad respetar vuestra parcela y no saliros de ella, que vuestros hijos y entrenadores de vuestros hijos os lo agradecerán.

Al igual que el tema de los monitores, este tiene mucha miga así que continuaré con una tercera entrega para más adelante.

Un saludo